El antes y el después de unas mesillas de estilo Shabby Chic Country.

¡Hola a todos!,

Después de varias semanas sin vernos hoy os traigo un proyecto de transformación que consiste en convertir unas básicas mesillas de Ikea de segunda mano en unas totalmente diferentes de estilo Shabby Chic Country. 

He de decir que este DIY ha sido más laborioso de lo que podía esperar en un primer momento pero el resultado ha merecido la pena, además he contado con la ayuda de mi amigo Miguel al que también le encantan este tipo de proyectos.

Estas son las mesillas de madera de pino de Ikea que utilicé como base.

Después de desmontarlas totalmente las adapté a las medidas que necesitaba cortándolas con la sierra de calar.

Y volví a unir tres de sus partes con unos tirafondos.

Para darle un aire más romántico al mueble reutilicé unas antiguas molduras de un armario ropero que corté a medida.

Y las uní a la parte inferior de la estructura con tirafondos.

Con madera reciclada de palé y tablero fino de aglomerado hice dos cajones. 

Las maderas las uní con tirafondos y el fondo del cajón con clavos sin cabeza.

Coloqué la madera que faltaba en la estructura de la mesilla a la altura necesaria donde irá alojado el cajón.

Los sobres de las mesillas también son de madera de pino. Los corté dos centímetros más grandes por tres de sus lados para que sobresalieran de la estructura. Y uní las traseras con la pistola de clavos.

Lo siguiente que hice fueron las puertas, después de medir el hueco corté los listones y los ensamblé con clavos largos sin cabeza.

Las puertas van unidas a la estructura con dos pequeñas bisagras, para ello con la ayuda de una gubia plana hice un pequeño hueco en el bastidor donde irán atornilladas. También les coloqué un cierre con imán.

Las patas son de madera maciza, las elegí torneadas para que siguieran el estilo rústico de las mesillas.

En este tipo de muebles se utiliza mucho la malla de gallinero, antes de colocarla la pinté con pintura blanca en spray y la grapé en el interior de las puertas. Para que no se vieran las grapas coloqué encima unos listones decorativos que corté a la medida.

Después de tapar con masilla los huecos y las cabezas de los tirafondos lijé toda la superficie y apliqué dos capas de pintura a la tiza blanca, el sobre lo dejé en color madera pero lo barnicé para oscurecerlo un poco. Por último coloqué los tiradores y para proteger la pintura le di una mano de cera natural con un pañito de algodón.

Y este es el resultado final, unas mesillas de noche rústicas y campestres.

Os dejo unas imágenes del rincón del dormitorio donde las he colocado, encajan perfectamente con el cabecero en blanco.

Como decoración he utilizado un recuerdo de mi último viaje a Lisboa, unos bonitos azulejos que enmarqué en madera.

Espero que os haya gustado esta transformación y si es así espero vuestros comentarios :), vuestras palabras siempre son bien recibidas. También podéis clikear "me gusta" en la página de Facebook "Con otros Ojos. Blog de Diseño y Decoración" para seguir las nuevas publicaciones.

¡Hasta el próximo proyecto!